La digitalización es uno de los pilares fundamentales en el mundo de la moda: contribuye a crear nuevos procesos, mejorar las cifras de ventas y atraer a nuevos consumidores. En una era donde el mercado está saturado y el consumo es gigante, las empresas de moda y belleza apuestan por métodos nuevos de captación de clientes y ventas: hablamos del livestreaming. Se trata de la reproducción de contenidos multimedia a través de internet en tiempo real, es decir en directo.

Livestreaming en marcas

Las empresas de moda y belleza han sido influenciadas numerosas veces por sistemas digitales procedentes de Asia. Una de las plataformas más populares en todo el mundo y que se ha visto en innumerables marcas es Tik Tok, la aplicación de vídeos cortos. Sin embargo, las marcas continúan fijándose en procesos como el livestreaming.

La retransmisión de vídeo en tiempo real despegó hace cinco años en China. Actualmente, la mayoría de las plataformas de redes sociales del país han integrado la función de livestreaming. Asimismo, las oportunidades comerciales de este medio no solo se limitan a China, sino que en otros mercados se ha popularizado el livestreaming y lo han hecho accesible a los consumidores de todo el mundo.

Las marcas buscan crear nuevos métodos de entretenimiento para su público y huir de un mercado estático y implantado en el comercio electrónico tradicional. Cada vez son más las funciones interactivas usadas por las marcas con el objetivo de conectar con su Target y mantener a sus consumidores fieles a la marca. El livestreaming es una manera buena de descubrir nuevos artículos, ayudar en la toma de decisiones y aumentar la comodidad con tu público, al mismo tiempo que proporciona a la empresa datos muy significativos en tiempo real.

Si bien es cierto que no en todos los países el livestreaming presenta las mismas utilidades y características. Muchos mercados no han usado el livestreaming como una herramienta para generar ingresos de la misma medida que sí lo ha hecho China. Por lo que,  la sentencia sobre su capacidad de permanencia a escala mundial aún está por ver.

Complicaciones del livestreaming

El livestreaming ha tardado años en llegar a Occidente, aunque con características diferentes y casos de uso más limitados. Muchas empresas en occidente han comenzado a hacer uso del livestreaming en aplicaciones a raíz de la pandemia de Covid-19, que disparó las ventas en línea y el aumento de la digitalización. No obstante, una amplia gama de empresas internacionales -desde casas de lujo y marcas de belleza ya han recurrido al livestreaming con distintos grados de éxito.

Asimismo, las empresas de moda y belleza deben tener en cuenta muchos factores antes de crear, perfeccionar o renovar una estrategia de retransmisión en directo, empezando por tácticas como elegir la plataforma adecuada, programar las retransmisiones y crear un equipo interno.

En un panorama lleno de creadores de contenidos donde todos buscan un hueco en la pantalla, es difícil para las marcas añadir suficiente valor o crear una atracción hacia los espectadores a una retransmisión e interactuar en ella. Las empresas deben valorar  tanto las mejores prácticas como las advertencias de marcas, plataformas y agencias, elaborado una ruta detallada para la retransmisión en directo de sus productos o servicios.

Con todo esto, el livestreaming se sitúa como un proceso en auge en redes sociales para muchas marcas de moda y belleza, y hemos podido explorar cómo en otros mercados ya está muy consolidado. No obstante, en otros países aún falta mucho por hacer y evolucionar en el entorno digital, y el livestreaming no ofrece los mismos resultados que en mercados como China. La pandemia  mundial por el Covid-19 ayudó a que el entorno digital creciera y las marcas se vieran en la necesidad de incluir procesos como el livestreaming, sin embargo, la normalidad a favorecido a el abandono de procesos digitales.

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