Cuál ha sido el impacto del Covid19 en los e-commerce de moda

El Covid-19 ha transformado la concepción de vida que teníamos. Ha llegado la «nueva normalidad». Esta situación no solo incide en nuestros hábitos. Los negocios han sufrido y sufrirán una grave crisis económica que se plantea como la más devastadora de los últimos tiempos. A todos afecta por igual, ya sean grandes o pequeños. Pero esto no es el fin. Debemos sobreponernos ante las dificultades. Ser más aplicados, eficientes y eficaces que nunca. En nosotros está conseguir salir de esta. Y lo haremos. Es el momento de hacer algunos cambios para readaptar las marcas a las nuevas exigencias. Es tiempo de innovación.

Con el objetivo de superar las desavenencias y llegar al éxito, tenemos que entender primero cómo ha afectado la pandemia a las firmas de moda, qué está pasando actualmente en la industria, qué soluciones se barajan y qué podemos implementar en nuestra estrategia de negocio para salir triunfantes.

La pandemia nos ha afectado a todos por igual, desde lo económico hasta lo psicológico. Es de entender que, ahora, muchos aboguen por un menor consumo o consumo responsable. La idea no está mal. Más que nunca, se había configurado una sociedad de adicción a las compras. Adquiríamos artículos casi sin necesidad, por encima de nuestras posibilidades. Esta tendencia ha ido remitiendo gracias a una mayor concienciación de la población. Pero, ¿qué sucede? La industria de la moda genera un gran volumen de empleo. Sin ventas no hay negocio. Sin negocio, no hay trabajadores. La gente empobrece y la economía no circula.

No decimos que haya que comprar a lo loco para ayudar a que la moda no se venga abajo. Lo que debemos hacer es encontrar un equilibrio. Las marcas tienen que realzar su valor más que nunca. Mostrar a los clientes lo especial de su propuesta. Que el público conozca el trabajo que desempeñan y cómo se elabora cada producto. Esto lo podemos conseguir reforzando nuestra estrategia de Responsabilidad Social Corporativa. El marketing es nuestro mejor aliado en estos momentos. No se trata tanto de vender como de ofrecer soluciones, de cara a nuestros consumidores.

De este hecho extraemos que, actualmente, la empatía y la conexión emocional son mucho más eficaces que nunca. Las marcas tienen que transmitir que han intensificado las prioridades para sus clientes. Hacer saber a los usuarios que están seguros comprando tu producto, que cuidas de tus empleados, que tu calidad sigue siendo la misma, que estás ahí para solucionar cualquier problema que surja… En definitiva, hacer ver al consumidor la importancia que tiene para ti. La comunidad es el mejor regalo que podemos tener.

Una vez explicado el cambio en la mente y hábito de los usuarios, es momento de sumergirnos en el meollo de la cuestión: ¿cómo va a afectar o ha afectado el Covid-19 al sector de la moda?

Nuevos modelos de negocio

La clave es el ecommerce. Con el miedo a los contagios, las restricciones y la comodidad de la compra online, la digitalización de tu negocio será fundamental para conseguir dar salida a los productos.

La adquisición por internet ya ha experimentado un repunte considerable en todos los sectores. La moda no es menos. Las posibilidades e innovaciones que se están introduciendo en las webs de las marcas, favorece el crecimiento de este tipo de comercio. Probadores virtuales, showrooms online, amplios catálogos con todo el stock, guía de tallas, lookbooks… Se trata de implementar los beneficios que tienen las tiendas físicas pero en formato virtual. Es fundamental que tu espacio digital disponga de un buen servicio para poder mejorar al máximo la experiencia del consumidor.

En consecuencia, los puntos de venta físicos tenderán a realizar pedidos más escuetos a la hora de adquirir sus próximas colecciones. Esto sería la solución para dar salida a todas las existencias. Así, conforme se vaya agotando el producto, se irá encargando más stock a los proveedores. Aquí entramos en el planteamiento de nuevos modelos de negocio:

  1. Los fabricantes tendrán que flexibilizar sus normas para poder producir y que el comercio no se ‘stocke’.
  2. La vuelta al producto local. Se pone en valor el consumo en proximidad y el significado del ‘made in’. La ayuda mutua entre empresas del país es conveniente para reactivar el flujo y salir de la crisis. Puede parecer más caro, pero la calidad y la promoción de lo ‘hecho en casa’ harán que recuperes la inversión.
  3. La asociación con proveedores de economía circular.

 

Relacionado con estas nuevas formas de gestionar las empresas, hay un factor que despunta como gran solución a la crisis: la ralentización de la moda. La industria había alcanzado un ritmo frenético de producción. Siendo un sector puramente creativo, muchos profesionales se quejaban de la imposibilidad de hacer colecciones a tal velocidad. El trabajo se convertía en rutinario. No había lugar para la sorpresa. El arte se iba evaporando.

Las limitaciones de stock o la creación de colecciones cápsula secundan esta idea. La sensación de urgencia y exclusividad que se genera en el cliente sería la misma. La producción bajaría el ritmo. Los colecciones se venderían por completo. La rotación sería continua. Y, lo más importante, la pasión regresaría a los artistas.

 

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