El mundo de la moda esta inmerso en un nuevo desafío. La crisis del Covid-19 ha hecho que la industria se replantee sus bases. Ahora más que nunca es tiempo de reinventarse y acordar nuevas estrategias que relancen al mundo de la moda en un nuevo panorama incierto. Pues bien, ese momento ha llegado a través de la iniciativa ‘Rewiring Fashion‘ (‘Reconectar la moda’). Un colectivo de este sector ha tomado las riendas del cambio y ha expuesto un, cuanto no menos, interesante planteamiento que tratará de imponerse ante la crisis venidera y reformulará los principios sobre lo que se asienta la moda.

Rewiring Fashion‘ se define como «una propuesta para la industria global de la moda, iniciada por diseñadores independientes, CEOs y ejecutivos del retail, para acordar cómo ésta debería y podría funcionar» bajo la premisa de «creer en la belleza, la imaginación y la artesanía que siguen siendo el núcleo del negocio«. ¿El objetivo? Redescubrir la magia de la moda (reivindicando su storytelling) y zanjar los problemas que en los últimos años han imperado en el sector. Es decir, la pretensión de la que parte este grupo de profesionales de la moda es enfrentarse a un sistema que se dirige cada vez menos a la «genuina creatividad» y «no interesa a nadie» (ni incluso al planeta).

Aquí hay que pararse a pensar. Todos podemos estar de acuerdo en que el rumbo que había tomado la moda era insostenible. Es cierto que con la digitalización no podía ser de otra forma. La instantaneidad que se exige en todos los ámbitos ha revolucionado a esta industria hasta desembocar en un rito frenético de continuas colecciones, novedades diarias, un mercado abarrotado, exceso de oferta y un consumismo basado en las promociones. ¿Cómo podía mantenerse esto?

Gran parte de culpa la tienen nuestras amadas cadenas ‘fast-fashion‘ (que implican el problema en su nombre). Pero claro, la cuestión es una paradoja. Por una parte estos retailers proporcionan un servicio admirable y se adaptan a los deseos del consumidor nutriéndose de lo que los diseñadores aportan y haciéndolo realidad en las calles. Por otra, las grandes firmas (muy alejadas del cliente medio) han sucumbido a las sinergias de la economía queriendo sacar más colecciones de las que la creatividad y tiempo permiten, sacrificando lo que las hace únicas. Además, muchas ven una oportunidad en los ‘clones’ (copias por parte de las cadenas), ya que es un método de promoción disfrazado (y traicionero). Todo esto, facilitado por la retransmisión de los desfiles por parte de influencers…que, en realidad, también es un método de acercar la moda. En fin, como hemos dicho, un embrollo incongruente.

Para desenmarañar todo este panorama en el que la moda está inmersa, ‘Rewiring Fashion’ propone varios temas a estudiar para poner en práctica. Se trata de tres ideas que, en si, son problemas…a los que se ha dado diferentes supuestas soluciones. La meta es llegar a un consenso entre todos los participantes de la industria de la moda para aplicar un nuevo método. Y, aunque solo es algo en el aire, lo que se propone es bastante interesante y factible.

Los cambios que propone Rewiring Fashion

1.El calendario de la moda no está en sincronía con el cliente final.

Se explica que el actual timing es insostenible para los profesionales de la industria (por su celeridad) y dañino para las ventas. La propuesta es reflexionar sobre cuándo se deberían celebrar los desfiles (con pretensión de un circuito más corto) por estar muy alejados de la entrega del producto final.

Problemas: A. Otras marcas pueden copiar rápidamente las colecciones, sacándolas más baratas a mercado. B. Las fechas de salida no están sincronizadas con las temporadas reales. C. Los periodos a ‘full price’ son muy cortos (y poco rentables).

Soluciones: A. Combinar las fashion weeks de hombre y mujer en dos fechas (enero-febrero y junio). Así se permitirá que los precios se mantengan durante esos periodos y se eliminará el ‘item’ de género. B. Alinear desfile, entrega de colecciones y temporadas reales para que tengan lugar justo antes de que el tiempo sea apropiado. C. Sincronizar los periodos de compra de las siguientes temporadas con las presentaciones de la temporada actual.

2. El formato de los desfiles está pasado de moda.

Las firmas deberían ser libres a la hora de redefinir e idear las presentaciones de sus colecciones con el fin de atraer de forma más eficiente a los clientes.

Problemas: A. El formato de los desfiles no ha cambiado en 50 años. B. Ahora están en abierto a todo el globo a través de la retransmisión de influencers y celebs. C. Los desfiles no están adaptados al nuevo mundo digital por lo que hay límites en el retorno de los deseos del consumidor, generados en la inversión en dichos shows.

Soluciones: A. El desfile como evento diseñado para atraer y afianzar al consumidor, creando expectación y deseo por las colecciones justo antes de salir a la venta. B. No debería haber reglas que definan el formato de los shows o expectativas de que cada firma debería mostrar una colección todas las temporadas. C. Libertad a los diseñadores para reformular las presentaciones con el objetivo de atraer a clientes y medios.

3. La adicción a los descuentos.

Este hecho hace que los consumidores esperen perennes bajadas de precio, erosionando la rentabilidad y estabilidad de la marca (para todos en la cadena de valor). Los retailers deberían romper con la práctica de continuos descuentos, enfocándose más a las rebajas de final de temporada y eliminando los de ‘mid-season’.

Problemas: A. Hay mucha cantidad de prendas no vendidas y no queda otra que hacer rebajas para esclarecer el inventario. B. Cada temporada, los vendedores tienden a poner descuentos demasiado pronto para conducir al tráfico y las ventas. Esto hace que el consumidor se acostumbre y se aleje de los precios reales.

Soluciones: A. Los retailers deben evitar los descuentos extremos para mantener la idea de la importancia de la estabilidad y rentabilidad de la marca. B. Los futuros descuentos se han de retrasar a enero y julio cada año, empezando a partir del otoño/inviero 20. C. Detener los descuentos como el ‘Black Friday’ o el ‘Cyber Monday’ durante temporadas.

La declaración #rewiringfashion trata de preservar la idiosincrasia de la industria a medida que construye un negocio sólido y sostenible que pueda sobreponerse a la crisis. Una iniciativa de lo más lícita y que supone un antes y un después en la moda.

¿Cómo será el nuevo panorama fashion? Aquí está la semilla.

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