Ya no vale con tener muchos amigos a los que invitar a tu cumpleaños, ni conocidos a los que agregar a Facebook. Si de verdad quieres conseguir notoriedad entre tu grupo más cercano tienes que tener seguidores.

Seguidor: dícese de aquella persona que sin conocer a otra muestra interés por saber sobre sus gustos, en algunas ocasiones siendo el seguido una referencia a tener en cuenta a la hora de tomar ciertas decisiones.

Influencer: nuevas celebrities, las personas que marcan tendencia en cualquier variante, ya sea moda, belleza, salud, decoración, etc. Aunque para ser influencer no es imprescindible tener miles o millones de seguidores en tus redes sociales.

Desde los comienzos de las redes sociales el mundo influencer ha evolucionado mucho. Lejos quedan aquellas colaboraciones en las que era el propio prescriptor en modas el que contactaba con la firma para hacer una pequeña mención a cambio de obtener su producto gratis. Más tarde llego la retribución económica y con ella la consideración de estos servicios como una nueva forma de hacer publicidad, o lo que es lo mismo, el marketing de influencia.

Pues bien, parece que estamos ante una nueva etapa: dame seguidores y déjame de tonterías. A continuación, dos ejemplos que lo confirman:

  1. Concursos en Instagram. “Celebramos el x aniversario de x marca y en su Instagram están sorteando 50 pases dobles para la zona vip bien cerca de nosotros. Hay muchas posibilidades de que os toque. ¡Etiqueta a tus amigos para que se enteren!. La fórmula suele ser siempre la misma: personaje conocido con miles de seguidores más pequeñas empresas que quieren darse a conocer y llegar al mayor número posible de clientes potenciales. Pero, ¿realmente es efectivo? ¿Encontramos calidad y coherencia en seguidores que, muy seguramente, serán efímeros?
  2. LinkedIn Influencer Club for working with brands. La marca quiere aumentar sus followers, tú quieres ser descubierto por nuevas personas y un profesional, saturado de trabajo en la red, decide poner sus contactos a tu disposición. Eso sí, previo registro. ¿Y la contrapartida? Por supuesto, los seguidores.

¿Es contraproducente utilizar la captación de seguidores como retribución?

La acumulación de followers no es sinónimo de calidad; el seguidor debería interesarse realmente por la marca o el influencer más allá de seguirle para conseguir un premio o cualquier otro asunto cortoplacista.

Realidad: si quieres destacar, primero debes generar interés. Para ello, debes conseguir que se hable de ti, y si algo caracteriza a un influencer  es su capacidad de generar conversación en torno a un tema; es lo que se conoce como VOZ AUTORIZADA. Una vez que el público ya sabe lo que ofreces, necesita tener una referencia, porque las opiniones importan y mucho; los mensajes publicitarios pierden fuerza frente a la prescripción de «personas reales».

Conclusión: Nunca está de más captar miles de seguidores en una sola acción, pero hay que trabajar una estrategia de fidelización. De otra manera, esos seguidores acabarán por abandonarte.

iTrend

Artículos relacionados

  • El contenido que se publica en cada red social puede marcar la diferencia entre una marcas y otras, pero «las que miden sus resultados tienen una evolución mucho más clara que aquellas que mantienen su mecanismo de publicación sin medir su funcionamiento.» Las ventajas son muchas, pero debemos aprender a sacarles partido.

  • El español es una lengua muy, pero que muy rica. No nos faltan cantidad de sinónimos para casi todas las palabras, ni expresiones que hacen que los estudiantes del idioma se vuelvan locos intentando descifrarlas. Y por supuesto tampoco faltan recursos, tanto en el contenido de nuestro discurso como en la forma. Precisamente, en este […]

  • El lenguaje de moda es nuestro punto fuerte, porque sabemos que la moda presenta un vocabulario de especialidad. Entre tantos estilos, tejidos, estampados y tipos de prendas podemos encontrar un abanico de palabras técnicas que hacen que la industria de la moda tenga un lenguaje muy amplio, donde cada palabra marca la diferencia. La sinonimia […]