Internacionalizar un negocio online supone todo un reto y llevar a cabo una buena labor de traducción es un eslabón fundamental en este proceso. El cliente no solo necesita sentirse atraído visualmente, sino también lingüísticamente. Las adaptaciones tienen que tener una gran dosis de creatividad y presentar claramente su contenido con la máxima naturalidad posible en la lengua de llegada. Una buena traducción supone un valor añadido para el público del mercado extranjero, por lo que va más allá de una simple transposición de un idioma a otro.
La importancia de la localización
Por medio de la localización se adapta un determinado producto o servicio en base a las preferencias y necesidades del consumidor de un mercado determinado. Así, se incrementa la posibilidad de fidelización.
Se traduce el mensaje, pero se localiza la intención comunicativa.
Uno de los principales desafíos en términos de adaptación para un traductor en el sector moda es el tallaje, que varía en ocasiones de un país a otro. En general, las letras S, M y L (abreviaciones de small, medium y large) son las tallas más universales, pero sigue habiendo variaciones. Por lo que es crucial asegurarse de adaptar correctamente las medidas tanto en prendas como en calzado de un mercado a otro. Una talla “40” en España equivale a una talla “12” en Reino Unido. Sin embargo, una talla 12 en España no tiene nada que ver.
Además, también hay que hacer frente a la variedad regional de la lengua. Por ejemplo, no es lo mismo decir “remera” en algunos países latinoamericanos que “camiseta” en España.
Hoy hablamos de 4 claves para potenciar el alcance de tus textos:
1. El idioma
El idioma es fundamental. Las traducciones automáticas y literales son el mayor enemigo de las adaptaciones en este sector. Una máquina no es capaz de procesar el sentido que un profesional puede llegar a captar y adaptar en las distintas lenguas. Si acudimos a un traductor automático, podría existir confusión, por ejemplo, con el término “shoot” en inglés, cuya traducción literal es “disparo”, aunque dependiendo del contexto, podría también ser «chupito» y esto está lejos de lo que queremos decir.
Hoy en día, son muchas las páginas traducidas por traductores automáticos. Además de crear confusión en el consumidor, generan desconfianza y proporcionan una mala reputación a la propia empresa.
Cuando se cambia de idioma, la manera de comunicar e interactuar también se transforma y esto influye directamente en el contenido. Se necesita a una persona que, además de manejar las lenguas con las que va a trabajar, controle la terminología, sepa cuáles son los términos en desuso, sea capaz de aplicar la lógica, captar sentidos y adaptarlos. Además, debe tomarse el tiempo necesario para entender el branding de la marca, el target al que se dirige y los objetivos comerciales.
2. La cultura
Las diferencias culturales existentes entre la mayoría de mercados dan pie a observar innumerables aspectos que varían enormemente de unos lugares a otros. Y lo que es aceptable en un país, puede que no lo sea en otro.
Es por ello que es imprescindible tener un buen conocimiento de la cultura de destino para tomar ciertas decisiones relativas al texto. Resulta esencial conocer las aspiraciones de ese mercado, cómo se comportan los usuarios, qué es lo que valoran, lo que más les interesa, dónde están sus líneas infranqueables, etc. Las personas de diferentes culturas, por lo general, presentan diferentes formas de pensar, comunicarse y buscar. Para eso, hay que conocer su realidad y sus costumbres en un sentido amplio. Seguramente a la mayoría de personas jóvenes les resulte más atractivo comprar unos slouchy jeans, mientras que a una persona algo más mayor que busque unos simples vaqueros habrá que explicarle de qué se trata.
3.SEO
Tratándose de un contenido online, es importante que las marcas no pasen por alto el posicionamiento en buscadores. Es una manera de optimizar de forma eficaz el contenido del producto.
En una época en la que los compradores son expertos en investigación y los mercados cada vez son más competitivos, es más esencial que nunca que las empresas de moda produzcan contenido que despierte el interés del cliente y asegure las ventas. Adaptarse a un nuevo mercado requiere de un experto en SEO que conozca las fórmulas necesarias para posicionar la página, formular criterios rentables de búsqueda, aumentar el tráfico de la web, establecer estrategias de marketing digital… Esto consigue que el portal se vuelva atractivo para los usuarios, reportando así una mayor conexión con los consumidores y beneficios para la empresa.
4. Especialización
Está claro que cuanto más se sabe sobre un tema, más fácil resulta llevar a cabo el proceso de adaptación y mejores son los resultados. Un experto en moda debe abarcar desde los tecnicismos propios del sector hasta la jerga de la industria. Además, es fundamental que el cliente tenga acceso a cualquier dato que sea relevante para la compra.
Que la moda se configura como un lenguaje único especializado fluctuante no es nada nuevo. Y obtener una adaptación fiel no siempre es fácil. Necesitamos a alguien que sepa las novedades del sector, con olfato para las tendencias y que conozca el funcionamiento de ese mercado para garantizar la máxima calidad, se plasmen exactamente los valores que una marca quiere ofrecer y que permita establecer una conexión emocional con los lectores e inspirarles para pasar a la acción.
iTrend