La era digital ha hecho que los e-commerce se quieran adaptar a otros idiomas y mercados. De esta manera, podrán llegar a más público y de una manera más directa, dado que la tendencia es cada vez más que el usuario se decante por la compra online. Así nacen la traducción cruzada y la transcreación encrucijada. Estos conceptos pueden parecer extraños, pero para nosotras son cosas con las que lidiamos casi a diario. ¿Qué quieren decir exactamente?
- Traducción cruzada: una empresa debe traducir contenidos de un idioma a otro, sin ser ninguno de estos sus lenguas nativas.
- Transcreación encrucijada: el texto original está en un idioma A, pero la empresa debe pasarlo a multitud de otros. La mayoría de sus redactores no tienen contacto con esta lengua base, por lo que el contenido debe adaptarse a un idioma común que conozcan estos profesionales para que así puedan traducirlo a sus idiomas nativos.
En el primer término se controlan dos lenguas, quedando excluida de la ecuación aquella nativa de la empresa. Como si en un negocio español se tratasen textos del francés al alemán.
Pero la transcreación encrucijada va más allá, y es que entran en juego tres idiomas. El ejemplo más claro de esto lo tenemos en iTrend: normalmente hay empresas españolas que nos piden adaptar su contenido a otras lenguas. Sin embargo, muchos de nuestros redactores no conocen el español, pero sí el inglés, por lo que nosotras transcreamos el texto a este idioma primero. Cuando ya ha sido revisado y aprobado, entonces nuestros profesionales pueden trabajar sobre la base inglesa para hacer sus respectivas adaptaciones a cualquier lengua que sea necesaria.
En este punto hay que tener mucho cuidado. Si no se conoce al 100% el idioma de origen o no se controla el vocabulario específico del sector en ambas lenguas, podría darse un error fundamental.
¿Por qué es esto tan grave?
Porque de nuestra primera transcreación parten las de los demás idiomas y esto es matemático: si la base no está bien, ninguna de las adaptaciones consecutivas será correcta y no lograremos conectar con el público al que nos dirigimos.
Por esto y por mucho más es imprescindible contratar a una buena agencia de traducción que realice adaptaciones de calidad y no fiarse de herramientas gratuitas que al final cuestan caras. Hay que mimar las adaptaciones si queremos tener éxito en el mercado de destino.
Tal vez ya conocías la traducción cruzada, pero ¿qué opinas de la transcreación encrucijada?
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