El mundo actual está hiperconectado. La digitalización hace que los contenidos web estén a disposición de todos, en cualquier momento a nivel global. Todos tenemos la capacidad de crear en estos espacios pero dejar huella y destacar es lo más complicado debido a la ingente cantidad de información. Si queremos llegar a un público, que se nos escuche y generar engagement, es imprescindible una buena comunicación. La calidad de nuestro mensaje será determinante a la hora de tener éxito. Por eso no hay que descuidar esta faceta.
Lo primero a la hora de emprender un plan de comunicación es saber lo que quieres decir. Para ello, el briefing es clave. Se debe hacer un análisis en profundidad de lo que tú (como usuario) o tu negocio sois. Idiosincrasia, puntos fuertes y débiles, competencia, filosofía, público objetivo, target deseado, estilo….Mientras más información podamos sacar y esclarecer mejor. Así, el mensaje será mucho más efectivo y fácil de proyectar.
Una buena estrategia de feedback también es crucial. Generar una comunidad y una conversación entre tus seguidores fomenta la cercanía, la fidelidad, la confianza y conseguir estar en el top of mind. Intenta siempre ser tu quién guíe el diálogo para evitar confusiones y un tono o ambiente deseado. Hay que anticiparse y hablar sobre un tema antes de que otros lo hagan por ti. De este modo no habrá polémica ni error.
Sé fiel a ti mismo. Cuando encuentres aquello que quieras transmitir, mantente con ello. Cambiar tu imagen continuamente con el objetivo de subir al carro de las modas y tener más visitas no es lo más conveniente. Solo provocará desconcierto y desconfianza en tu público. Evidentemente, puedes sucumbir a tendencias si les das la vuelta y las supeditas a tu estilo. Un ‘win-win’.
Todo esto puede resumirse en tres elementos o ideas imprescindibles que seguir para realizar un plan de comunicación adecuado y exitoso. Todas tus estrategias deben ir marcadas por estas premisas como si fueran mandamientos:
- Transparencia: tener consistencia en toda la información que emites. Una concordancia entre mensajes. Ideas claras e inequívocas. Ser una fuente objetiva y tener sentido común. No caer en polémicas. Controlar lo que eres como imagen y no titubear. Decir la verdad sobre quién eres, qué haces y cómo lo haces. Siguiendo esta regla, los usuarios te conocerán, querrán interactuar contigo y, por lo tanto, conseguirás mayor engagement.
- Empatía: ponte en el lugar de los demás. Se capaz de mimetizarte con tu audiencia. Saber qué les gusta, qué quieren y qué esperan de ti. Eso sí, no significa que cambiemos para adaptarnos a nuestro público. Debemos escuchar y reaccionar de forma positiva para que se sienta en comunidad y comprendido. Ser fiel a ti y a todos. Tus seguidores tienen tus mismos ideales y gustos, pero no podemos confiarnos. Se debe ensalzar lo positivo y explicar lo negativo, con sinceridad. Así, todos se sentirán más identificados.
- Relevancia: todo lo que emites debe ser trascendente. Es decir, tener valor. comunicar de forma vacía no sirve de nada porque ni será interesante para el público ni se entenderá lo que pretendes decir (generar confusión no es bueno, ni tampoco aburrimiento). El contenido a compartir debe estar bien pensado para ser útil. Elaborado adecuadamente para que sea atractivo y que se entienda.
Si consigues ceñirte a estos pasos, el triunfo estará cada vez más cerca. Lo mejor es que haya un equilibrio entre lo estético y lo textual. Aunque lo más importante de todo es que siempre tendremos algo en común: somos personas. Y, como personas buscamos que se nos escuche y entienda. ¿Qué mejor que crear una comunidad afín mediante un buen mensaje? Tu y tu público seréis de lo más felices.
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