moda actual entre la artesanía y el metaverso

Moda actual: entre la artesanía y el metaverso

Estamos ante un mundo que cada vez se desarrolla más y con más velocidad, y la moda actual se mueve con él. Una vez descubierto y experimentado todo en el terreno físico, nos hemos lanzado a la conquista del metaverso. Un espacio virtual inventado por nosotros mismos pero aún incierto, que supera nuestras expectativas y escapa a nuestra comprensión. ¿Cuál es la posición de la moda en este mundo binario compuesto de ceros y unos? Mientras lo incorpóreo avanza a pasos agigantados, la artesanía se convierte en un nuevo lujo.

A lo largo de la historia ha habido multitud de oficios que han quedado obsoletos. Los tiempos avanzan y el desarrollo científico, tecnológico y humano arrasa puestos de trabajo, creando en el proceso otros nuevos. Hace tan solo cien años nadie se hubiese imaginado que habría personas percibiendo un sueldo estratosférico por diseñar figuras en 3D, mientras el puesto de lechero se iría olvidando en gran parte del mundo. En el entorno de la moda también ha sucedido así. Por ejemplo, cada vez hay menos sastres pero hay más individuos sin conocimiento real de prendas, tejidos, patrones, etc., que pueden crear por ordenador unas zapatillas que se venden en menos de un minuto a un precio que quita el hipo.

¿En qué punto se encuentra la moda actual?

Vivimos en un mundo híbrido y como no puede ser de otra forma, la industria textil, siempre a caballo entre la tradición y la innovación, está completamente dividida. Mucho más si cabe después de la COVID-19 y el desarrollo que ha tenido la generación Z en los últimos años. Los GenZs han pasado de ser la audiencia del mañana a ser los compradores del hoy, hecho que ha marcado un giro en los valores del consumidor, los productos y las estrategias de marketing de las marcas.

En cuanto a los valores, estos jóvenes quedaron muy marcados por la pandemia y una gran parte de ellos se dio cuenta del gran problema humanitario y medioambiental que suponen las prácticas actuales, tanto económicas, industriales y sociales, que llevan a cabo las grandes multinacionales del sector. Además de su preocupación por la sostenibilidad y la ética, este público busca también exclusividad.

Por otro lado, estos jóvenes ya han visto y vivido muchísimas cosas a una temprana edad, cosas que en otras épocas hubiesen sido impensables. No son personas fácilmente impresionables, pero son altamente emocionales. Es por ello que las estrategias de marketing también han sufrido un cambio drástico para adaptarse a sus necesidades. Hoy en día no se venden productos, sino que se cuentan historias, se vinculan artículos a emotividad y se crean experiencias inolvidables, todo para convencer y fidelizar clientes.

Mundo híbrido: la artesanía y el metaverso

No es de extrañar que entre los artículos más demandados se encuentren piezas de alta calidad que vayan a durar mucho tiempo y que posean un punto de diferenciación, aunque el precio de estos sea más alto que el de los producidos fabricados en masa. Por ello, a una sección de los GenZs le interesa muchísimo la artesanía. De hecho, aunque los productos no estén perfectos o sean irregulares, o incluso tarden en llegar, muchos de ellos los valoran porque los consideran únicos.

Ahora bien, esto contrasta con dos puntos más a tener en cuenta hoy en día. En un sentido, el auge de la moda ultra rápida y el consumo de contenidos a una velocidad vertiginosa. En otro plano, el culto a lo virtual. El nacimiento del metaverso todavía genera confusión, y no es para menos. Ante la creación de los NFTs, o tokens no fungibles, hay personas incrédulas como hay otras que emplean una fortuna en hacerse con ellos.

De esta misma manera, hay consumidores que tienen el punto de mira en la artesanía, hasta que esta se ha convertido en un nuevo lujo, mientras de otro lado causan furor las prendas virtuales que solo puedes lucir tú o tu avatar en un espacio intangible.

Está claro que estamos asistiendo a la creación y consolidación de un mundo híbrido en el que el espacio digital cada vez está más presente en nuestras vidas. Este entorno ha creado y seguirá creando nuevos puestos de trabajo, generando todo un nuevo ecosistema laboral. Sin embargo, los trabajos manuales también están siendo cada vez más valorados, y es que sucede como con todo: cuanto más escaso se vuelve algo, más valorado. Esperemos que la artesanía, lejos de desaparecer lentamente, se fomente y renazca. ¿Qué opináis de esta situación tan dividida en la que nos encontramos?

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