el uso de anglicismos en el mundo de la moda

Anglicismos, ¿innovación o empobrecimiento de la lengua?

En un mundo cada vez más sometido al fenómeno de la globalización, junto con un evidente incremento de la digitalización, es frecuente la inclusión de anglicismos para designar nuevos productos o técnicas innovadoras. El inglés se concibe como un punto de encuentro idiomático entre las distintas culturas, por lo que se ha convertido en la vía principal para la mayoría de negocios internacionales, moda y tecnología. Es difícil hablar de marketing y comunicación sin utilizar términos como ‘branding’, ‘briefing’, ‘focus group’, ‘landing page’, ‘mailing’, ‘target’…

Es evidente que el sector moda es uno de los ámbitos en los que más anglicismos se incluyen, ya que incorpora un lenguaje especializado, con convenciones muy específicas mediante las que se busca hacerlo más universal

Sin embargo, cada vez podemos ver con más frecuencia marcas españolas que no se dejan llevar por esta tendencia y utilizan el idioma español para presentar sus colecciones de moda, nombrar a sus prendas y comunicarse con su público en general. De esta forma se consigue una sensación más cercana con el público nacional, el cual son la mayoría de consumidores de estas marcas.

Anglicismos en el mundo de la moda

En la industria de la moda, esta cuestión siempre ha estado íntimamente ligada a la preponderancia que tiene cada país. Por ello, podemos afirmar que la lengua española siempre ha tomado préstamos de lenguas de países potencialmente fuertes en este ámbito, como el inglés, francés y del italiano.  

Este debate influye tanto a los operadores del sector moda como a los consumidores. Cada vez es más habitual ir a una tienda y adquirir unos “flare” jeans en vez de unos “pantalones campana”, hablar de “front row” y no de “primera-y cotizadisima- fila de asiento de los desfiles” o tener una “wish list” y no una simple “lista de deseos”. 

No obstante, el uso de estos términos puede llegar a dificultar la lectura, ya que en muchas ocasiones se utilizan por seguir tendencias en lugar de por enriquecer el mensaje. En el lenguaje español contamos con una gran cantidad de términos que se adaptan a la perfección y simplifican la tarea de los consumidores a la hora de consultar artículos sobre moda, descripciones de prendas o visualizar campañas de moda de marcas españolas.

Triunfo de marcas españolas en la industria de la moda

Marcas de lujo como Loewe, a pesar de tener un director creativo británico y ser una marca internacionalmente conocida, apuesta por lanzar campañas en español y ensalzando la cultura española. Por ejemplo, en el año 2018 la marca lanzó una campaña para promocionar una edición limitada con una modelo leyendo El Quijote, de Miguel de Cervantes como protagonista.

Por otra parte, si entramos en la web de la marca, además de estar todo descrito en español, podemos ver que han apostado por darle nombres españoles muchos de sus productos y colecciones. Podemos encontrar el bolso «puzzle» o «flamenco.»

Si nos vamos hacia un sector más comercial y accesible, encontramos la última campaña de El Corte Inglés para promocionar la nueva colección de su marca Emidio Tucci, la cual trata de un vídeo completamente en español con el actor Álvaro Morte de protagonista. Si vemos la colección podemos ver palabras como «pantalón vaquero» en lugar de «jeans» o pantalón «denim.»

También encontramos la nueva colección de la marca española Florentino presentada en su página web completamente en español y con prendas descritas exhaustivamente utilizando palabras españolas como «ajuste» en lugar de «fit.»

Como hemos observado, muchas marcas españolas optan por adaptar estas palabras al español y comunicarse en su propio idioma en la mayoría de los casos. Además, es importante destacar que el uso de anglicismos no está necesariamente mal, siempre y cuando no se recurra a ellos de manera indiscriminada por pura tendencia, ya que en español contamos con una gran cantidad de terminología relacionada con la moda la cual se debe utilizar cuando sea posible.

En definitiva, es conveniente plantearnos la cantidad de préstamos que utilizamos y ser más cuidadosos a la hora de fijarnos si su uso es totalmente imprescindible o, por el contrario, puede dar lugar a ambigüedad en nuestra lengua. Nosotras siempre defendemos –y trabajamos por ello– un uso del español siempre que se pueda con la intención de demostrar la riqueza de nuestra lengua. 

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