“A pesar de los enormes saltos tecnológicos de las últimas décadas, en muchos sentidos, nuestra visión de futuro sigue siendo la misma que la de hace 40 años”
Puede que esta sea la explicación del último giro que ha experimentado la moda, pero la combinación clásico y moderno no es ninguna novedad. Llevamos años viendo como estas dos tendencias, aparentemente distintas, se fusionan en gastronomía o decoración. Hasta que, en 2017, las pasarelas mundiales nos hacen testigos de cómo esta unión irrumpe con fuerza en todas las colecciones de las firmas más cotizadas. En una misma colección se presentan prendas con estampados tropicales y étnicos y otras de corte minimal.
Otro ejemplo es el fashion film “De plata” de la productora NOWNESS; un crossover entre el flamenco y la vida moderna en la ciudad de Los Ángeles, una bailaora, Rosalia, retratada como una clásica artista de Hollywood pero con sensibilidad contemporánea.
Pero, ¿qué es exactamente la tendencia fusión de la que tanto oímos hablar?
También conocida como retrofuturismo, se trata de un conjunto de expresiones artísticas que encuentran su origen en una mirada nostálgica que anhela el mañana. Se caracteriza por la integración de la estética clásica con la vanguardia actual, y presenta una serie de características:
- Optimismo : utilización de colores vivos y la carencia de complejos.
- Diversidad : la experimentación es conveniente y aboga por la multiculturalidad y mezcla.
- Transversalidad : no solo en la moda. La tendencia encuentra desde referentes cinematográficos hasta culinarios.
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