A toda amante de la moda le intriga y apasiona el mundo de los desfiles y pasarelas. Estos eventos emblemáticos despiertan nuestra curiosidad y nos sumergen en un universo lleno de creatividad y glamour. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué casi nunca vemos trasladados los diseños que se ven en las pasarelas en los escaparates de las tiendas? ¿Cómo podemos ver reflejadas las tendencias entonces? En este artículo hemos creado una guía para comprender qué son estos desfiles, cuál es su propósito y cómo se traducen las colecciones en tendencias.
¿Qué son las semanas de la moda?
Las semanas de la moda son eventos destacados en la industria durante las que los diseñadores presentan sus colecciones para la próxima temporada a través de las pasarelas. Existen una gran cantidad de semanas de la moda en todo el mundo, pero las que tienen más renombre y por lo tanto más importantes para la industria son las de Nueva York, Londres, París y Milan, las llamadas «big four.»
Se celebran dos veces al año, en febrero para presentar las colecciones de otoño-invierno y en septiembre para las colecciones primavera-verano. Sin embargo, entre medias se encuentra la semana de la alta costura de París, donde las firmas de alta costura presentan sus colecciones más extravagantes, confeccionadas a mano y dirigidas exclusivamente a las élites.
Por último, algunas firmas realizan las llamadas colecciones crucero. Estas colecciones se presentan entre noviembre y enero, y son diseños mucho más comerciales.
¿Para qué sirven los desfiles?
A pesar de que rara vez vemos reflejado en las tiendas las piezas que se han presentado en los desfiles de moda, estos son muy importantes a la hora de crear tendencias y saber qué se va a llevar ese año. En los desfiles los conceptos y las ideas se llevan muy al extremo, dando como resultado prendas muy extravagantes que realmente pocas personas se pondrían en su día a día. Es por ello por lo que hay que ver las pasarelas con una visión diferente. Hay que comprender que estos desfiles son puro espectáculo y son la máxima expresión de las firmas de moda sobre un concepto en concreto.
Entonces, ¿qué pasa con las tendencias?
Como hemos dicho, la mayoría de tendencias salen de los desfiles de las semanas de la moda. Hay que quedarse con los detalles, como los colores que predominan, las siluetas y los cortes de las prendas y llevarlos a un terreno más simple y comercial.
Por ejemplo, en la colección de Valentino otoño-invierno 2022/23, pudimos ver la mayoría de la colección de un color rosa muy llamativo, ahora llamado pink Valentino. Aunque la colección estaba compuesta por prendas muy extravagantes que no hemos visto en las tiendas, sí que hemos visto el color rosa fuerte como una tendencia muy potente en los últimos años.
Hay que quedarse con el concepto más simple de las colecciones o con prendas y accesorios muy concretos para de ahí sacar lo que se va a ver en las próximas temporadas.
En definitiva, las pasarelas y los desfiles de moda son mucho más que simples eventos de exhibición de prendas. Son una manifestación artística y creativa que define y reconfigura constantemente los cánones estéticos de nuestra sociedad. Son una plataforma donde diseñadores y marcas transmiten su visión y su voz a través de la moda, influyendo en las tendencias y en la forma en la que percibimos la moda. Además, nos permite reflexionar sobre cómo la moda no solo es una manifestación superficial, sino también un reflejo de la identidad cultural, social y personal de cada uno.
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