¿Es la moda tan superficial como la pintan?

La moda nos ha acompañado en los acontecimientos más importantes de la historia de la humanidad. Tanto es así, que podemos identificar las décadas de los dos últimos siglos teniendo en cuenta el estilo de las prendas características del momento; es decir, la moda forma parte del imaginario colectivo. Todo el mundo recuerda el vestido de novia de Grace Kelly y el traje rosa de Jackie Kennedy. Sin embargo, como norma general, se sigue percibiendo como una disciplina puramente superficial, cuya aportación a la sociedad se limita a la preocupación por estética.

Siempre ha existido la necesidad de cubrir nuestros cuerpos, pero la moda va más allá de la funcionalidad. Todos participamos directa o indirectamente de la industria de la moda, aunque no sea nuestra intención. La ropa es una de las herramientas más potentes en la construcción de la identidad. Tiene la capacidad de lanzar un mensaje no verbal que tiene un papel fundamental en la impresión que generamos en los demás. La elección de la vestimenta puede expresar confianza, rebeldía, status, pertenencia a un grupo social o cultural, etc. Pero, si bien la moda forma parte de las industrias culturales, no logra recibir la misma consideración que otras disciplinas como el arte o el cine.

¿Qué hay detrás de la industria de la moda?

Todos estamos de acuerdo en la influencia económica de la industria de la moda a nivel mundial, pero no se reconoce de la misma forma su aportación histórica. Las colecciones de cada periodo de la historia reflejan el contexto en el que fueron creadas. Una de las colecciones más populares de toda la historia de la moda es New Look de Christian Dior, representa el resurgir después del fin de la II Guerra Mundial. La moda se adapta a los cambios y los impulsa. De hecho, ha sido un elemento clave de empoderamiento para las mujeres. Un ejemplo claro son las siluetas, que han ido evolucionando desde el restrictivo corsé hasta las prendas oversize; ha sido, sin duda, un proceso liberador.

En la actualidad, la moda tiene un gran componente político. Cada vez más, encontramos propuestas que tienen la sostenibilidad como propósito y pretenden romper con el modelo de producción hegemónico. También vemos cómo los diseñadores aprovechan el altavoz que suponen las pasarelas para lanzar mensajes políticos. La puesta en escena de las colecciones va más allá de lo estético, su concepto creativo puede girar entorno a temas sociales como la diversidad, el género, la inclusión de cuerpos no-normativos, etc.

De otro lado, las marcas de lujo han venido haciendo una apuesta por la artesanía. Los procesos de producción artesanal añaden valor cultural a las prendas, ya que visibilizan la tradición del lugar donde provienen. La prenda se convierte en una pieza única e irrepetible, por esta razón suelen ser las más buscadas por los coleccionistas de moda.

Trabajo en moda y no soy diseñador/a

Los diseñadores son la cara visible de la moda, es lo primero en lo que pensamos cuando alguien nos dice que trabaja en moda. Pero, la realidad del sector textil es mucho más compleja y rica. Cuando vamos de compras estamos cerrando el círculo. Del negocio de la moda participan una gran variedad de perfiles profesionales, muchos de ellos no guardan ningún tipo de relación con la costura. La mayoría de estos se concentran en la última fase del proceso, la distribución y promoción. Solo en la comunicación de las colecciones, trabajan periodistas, publicitarios, lingüistas, traductores, etc.

Además, la digitalización del sector ha favorecido la aparición de nuevos perfiles, con el objetivo de cubrir las nuevas necesidades que tienen las empresas de moda. Algunas de las profesiones más demandadas en la actualidad son:

• Analista de datos: el big data ha llegado para quedarse y las empresas textiles pueden utilizar esta información para conocer más a su público.
• Experto en marketing digital: la compra online va ganando terreno a la venta en compra en tienda física, y la moda no es la excepción. Internet ofrece la posibilidad de llegar a un público mucho más amplio, pero para lograr la visibilidad necesaria se requieren conocimientos específicos del entorno digital y del sector en el que se trabaja.
• Experto en desarrollo sostenible: la emergencia climática es el mayor reto que enfrenta la industria textil en la actualidad. Se precisa un cambio en el modelo de producción, y para lograr esta transición las empresas deben contar con profesionales especializados.

Así que, si como amante de la moda te molesta cuando escuchas que la moda es superficial, aquí tienes unos cuantos argumentos para rebatir ese prejuicio.

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