3 cambios en la industria de la moda que debes conocer

La industria de la moda enfrenta una nueva revolución. La internacionalización del consumo, los nuevos ciclos de fabricación y la demanda de transparencia por parte de los consumidores están provocando que las firmas de moda tengan que reevaluar y gestionar de nuevas formas tanto sus formas de producción como sus cadenas de suministro. Es decir, los nuevos hábitos de los consumidores están dando lugar a nuevas formas de gestión de las cadenas logísticas de las empresas de moda.

De hecho, de acuerdo con la información publicada por McKensey y The Business of Fashion en su estudio “El estado de la moda en 2018”, el tercer mayor reto que deberán enfrentar las empresas de moda será, precisamente, la mejora y digitalización de la cadena logística. En este mismo estudio también podemos encontrar que

 el 75% de los ejecutivos que han participado en las encuestas creen firmemente que la Inteligencia Artificial va a ser un factor clave en la transformación de este sector y que gracias a ella las empresas van a poder ofrecer a sus consumidores una mayor rapidez y flexibilidad.

La forma de consumo que domina la sociedad en la actualidad exige cambios en este sector de la moda y, según Launchmetrics, estos son los tres principales cambios a los que se va a enfrentar la cadena de producción de moda: 

1. Flexibilidad de la cadena de suministro

Las últimas novedades tecnológicas introducidas por las marcas en el sector han marcado un antes y un después. Nuevos actores como el pago a través de dispositivos móviles, los llamados probadores inteligentes o las pantallas en las tiendas, que permiten a los compradores buscar las prendas que desean, han mejorado la experiencia en las tiendas físicas. Pero eso es solo la parte que vemos como consumidores. La shopping experience que nos ofrecen las marcas conlleva mucho más trabajo del que podemos ver desde fuera y con estos dos cambios que se van a dar a lo largo de la cadena podremos ver cómo mejora la industria.

  • La automatización de la cadena de suministros. La flexibilidad y el corto tiempo de reacción que exige hoy en día el ritmo de consumo solo puede darse si la empresa tiene en su control todos los datos necesarios para saber el estado en el que se encuentran sus productos en cada momento. Por ello, la automatización, con la cual las máquinas van a poder registrar dónde se encuentra cada producto, va a ser la solución óptima a los posibles cambios que necesite realizar la empresa. ¿Que necesito mandar más producto a cierta región? A través de los datos obtenidos mediante la digitalización voy a saber al segundo cuál de mis almacenes con dicho producto está más cerca y es más eficiente a la hora de cubrir la necesidad. Por ejemplo. Se prevé que para 2020 el 75% de las empresas ya cuenten con este tipo de automatizaciones. 
  • La nube. Al igual que la automatización de la cadena de suministro facilitará las decisiones a nivel global de los productos físicos, a día de hoy es también necesario que toda la información esté disponible en cualquier momento y lugar. Las empresas se han internacionalizado, la globalización es una realidad y el trabajo en equipo desde las distintas regiones es una necesidad. Por este motivo, herramientas de almacenamiento de información online son tan vitales hoy en día. Compartir información desde Madrid con el equipo de Nueva York es hoy más fácil que nunca gracias a estas tecnologías.

2. Adaptación al nuevo ciclo de consumo que demandan los consumidores

Internet, en concreto, las redes sociales, han supuesto grandes cambios en los hábitos de consumo de las distintas poblaciones. Ya no hay que esperar a que las revistas de moda publiquen las fotos de los desfiles o a que los diseñadores pongan a la venta sus nuevos productos. Gracias a las redes sociales, sabemos inmediatamente cuales son las propuestas de los grandes creadores al instante -gracias streaming-, y con la aparición de estrategias como la del “see now, buy now”, que han dispuesto varios diseños durante las últimas semanas de la moda, podemos comprar lo que aparece en la pasarela al instante.

Por este motivo, es muy necesario intentar conocer qué es lo que nuestros consumidores esperan de nosotros y -relacionado con el  punto anterior- hacer una buena previsión de los stocks de cada tienda va a ser un punto fundamental en la estrategia de ventas de cualquier empresa. Por ello, es en esta parte de la cadena logística que también va a ser muy importante conocer qué cantidad de producto maneja y necesita cada tienda. Es por este motivo que las empresas han puesto en marcha herramientas que no solo les permiten conocer dónde está cada prenda sino

hacer predicciones, gracias a los análisis de influencers y estilistas, para saber de qué prendas elaborar un mayor número, optimizando los recursos de la empresa y evitando, en la medida de lo posible, los excedentes.

3. Calidad y transparencia de la cadena de producción

No sabemos si por moda o por verdadera concienciación, pero es un hecho que cada vez más consumidores se preocupan por el origen, el “made in”, de las prendas que consumen. Cada vez más las empresas se ven obligadas a informar a sus consumidores sobre las prácticas que realizan en los procesos de confección de los artículos que ponen a la venta. Qué materiales se utilizan, su procedencia, la localización de sus fábricas, bajo qué condiciones trabajan los empleados de dichas fábricas, etc. son informaciones que el consumidor está demandado a día de hoy y que han hecho que muchas empresas tengan que focalizar sus esfuerzos en mejorar sus políticas de responsabilidad social.

De hecho, de acuerdo con Mckinsey, un factor clave para las empresas de moda este 2018 será precisamente el de mejorar su cadenas de producción en todos los sentidos relacionados con la sostenibilidad. Este año se espera que en torno al 42% de las empresas comiencen a presentar información a los consumidores acerca los métodos y recursos que utilizan para la elaboración de  sus productos. Firmas como Stella McCartney, Mark & Spencer o Kings of Indigo son claros ejemplos de cómo la moda pueda avanzar hacia la sostenibilidad.

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