Cada vez son más las empresas que en los últimos tiempos están apostando por modelos de negocio en los que ya no interesa vender ropa, sino alquilarla. ¿Cómo ha surgido esta tendencia? según FashionNetwork, la aceleración en el modo de consumo de las sociedades actuales, instauradas en el fast fashion, ha dado lugar a que haya cierto tipo de consumidor que prefiere adquirir una prenda de buena calidad durante un período de tiempo determinado para poder renovar su armario cada poco tiempo, además, con cierta conciencia de sostenibilidad en mente.
Un ejemplo de plataformas que han apostado por el alquiler en vez de la venta, y que a día de hoy continúan con su crecimiento, es Rent the Runaway. Fundada en 2009 por Jennifer Hyman, esta empresa cuenta a día de hoy con más de seis millones de miembros activos en Estados Unidos.
«Cuando compras en la tienda una camisa por 20 dólares que sabes que se va a desintegrar, en realidad, eso ya es de algún modo una especie de alquiler… Fueron las marcas las que introdujeron al consumidor mundial en este concepto de moda de usar y tirar”
afirma Hyman, quién también añade que lo más difícil fue convencer a las marcas para que participaran, no a los consumidores.
Otro portal que está apostando por este tipo de consumo es Instantluxe, una plataforma fundada también en 2009 y adquirida en 2016 por el grupo Galeries Lafayette, que el pasado 2017 puso en marcha su propia iniciativa de alquiler de marroquinería con el objetivo de dar respuesta a este nuevo hábito de consumo con cada vez más importancia en nuestro sector. Ya que, además de estar dando cabida a un tipo nuevo de consumo, también facilita a los consumidores el que puedan probar un producto antes de invertir su dinero en él. Según la CEO de este portal:
«En 2008, comprábamos un producto de lujo con la idea de transmisión. Actualmente, se ve más bien como una inversión. El alquiler subraya hasta qué punto «la posesión» desaparece en beneficio del “uso».
Alquiler de ropa: ¿Estamos ante un cambio radical en nuestra forma de consumo?
¿Dejaremos de ver el consumo como sinónimo de posesión? Según opina Julie El Ghouzzi, directora del Centre du Luxe et de la Création, sí. Considera que el ansia de poseer está bien para los coleccionistas, para la gente que sienta un afecto particular por algo. Para los demás, que renovamos nuestro armario con cierta frecuencia, cada vez más reacios a acumular cosas en nuestras casas, el futuro es el alquiler y la venta de segunda mano.
Dejaremos de ser compradores de “x” marca para pasar a ser abonados de “X” marca.
Además, gracias a este nuevo tipo de consumo, la moda del día a día seguramente se revitalice, al menos en cuanto a estilo. ¿Por qué? Pues bien, como bien afirma Ingrid Brochard, cofundadora de Panoply City: «En la tienda somos más racionales, pensamos más, podemos enamorarnos del abrigo de flores, pero acabamos comprando el azul marino, más clásico”. Es decir, al comprar tendemos a elegir las prendas más seguras, aquellas con las que sabemos que no pasarán de moda. Sin embargo, con el alquiler, esa preocupación desaparece dejando paso al consumo de prendas con las que el consumidor se identifica en ese momento sin importar si es un diseño más atrevido, al fin y al cabo, solo lo tendrá en su armario durante un tiempo determinado.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta que estos modelos de negocio requieren de las nuevas tecnologías, de forma que quizá no hagan otros e-commerce. En estas plataformas es imprescindible, más que en cualquier otra, conocer lo que los consumidores esperan de la empresa. Por ello, la inversión en tecnología debe ser una de las principales prioridades de cualquier empresario que quiera adentrarse en este nuevo tipo de consumo.
Comprender las expectativas de los clientes y dar respuesta a las propias expectativas del alquiler debe ser una prioridad a pesar del gasto en logística que supone.
Una vez vistas las posibilidades que ofrece este nuevo tipo de negocios, quizá no sorprenda saber que los cofundadores del gigante chino Alibaba, Jack Ma y Joe Tsai, acaban de invertir 20 millones de dólares en el portal de alquiler Rent The Runway y que, apenas unos días antes, François-Henri Pinault anunciaba que Kering está poniendo a prueba su propio modelo de alquiler mediante suscripción. ¿Lo mejor de todo esto? Cuantos más agentes haya en el juego mejores ofertas habrá por los consumidores, pues, según los expertos del sector, las subscripciones a estos modelos de negocio girarán en torno a las ofertas que conquisten el corazón de los consumidores.
En definitiva, parece que esta nueva forma de consumo es una fuerza transformadora a tener en cuenta que no solo cambiará la forma en la que concebimos la acción de adquirir ropa nueva, sino que también alterará la logística y, posiblemente, el concepto que tenemos de lujo, pues mediante el alquiler será mucho más accesible para los consumidores.
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