A punto de comenzar las rebajas, siempre nos planteamos «Año Nuevo. Ropa Nueva.» Pero si de verdad queremos empezar con una vida nueva llena de propósitos también deberíamos plantearnos darle una vida nueva también a nuestra ropa.

Marcas de renombre están liderando la revolución al incorporar la venta de ropa de segunda mano en sus estrategias comerciales. No se trata solo de ofrecer prendas usadas, sino de comprar productos de sus propios clientes y revenderlos. Esta práctica no solo reduce la cantidad de desechos textiles, sino que también fomenta la reutilización y la extensión de la vida útil de las prendas.

La creación de plataformas de segunda mano por parte de las marcas líderes no solo beneficia al medio ambiente, sino que también abre nuevas oportunidades de negocio. Estas iniciativas no solo atraen a consumidores preocupados por la sostenibilidad, sino que también ofrecen una opción más asequible para aquellos que buscan productos de alta calidad a precios accesibles.

En el auge de la moda de segunda mano, las oportunidades de negocio van más allá de la tienda física o de los «mercadillos», donde solíamos y solemos encontrar gangas entre montones de ropa. Iniciativas como Percentil o Vinted abrieron un mundo de posibilidades en la venta online, permitiendo que esas prendas olvidadas en los armarios traspasaran fronteras. Hoy, grandes marcas como Zara y su iniciativa Pre-Owned dan paso a servicios de circularidad que sus clientes alarguen la vida útil de sus prendas. ¿Estaremos llegando al fin, al menos en moda, de la obsolencencia programada?

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